En Nouss Intelligence siempre hacemos lo correcto. Este, que es el primero de nuestros valores, es el compendio de todo nuestro compromiso con la calidad, la excelencia, la vocación de servicio y la actitud de colaboración.
La repercusión de estos principios sobre nuestra área de producción es que hemos desarrollado métodos para tomar las decisiones de diseño de nuestros sistemas que garantizan que los resultados son correctos y robustos. El motivo es que cada decisión de diseño surge de los objetivos que vienen especificados por la demanda de nuestro cliente, esto es, hacemos diseño causal.
Para que esa causalidad, que adecúa nuestras soluciones a lo que se espera, esté garantizada, nuestros criterios de diseño surgen del rigor de la ciencia matemática y son progresivos, es decir, están inspirados en la concepción divide et vinces para descomponer el problema de partida en partes más sencillas, siendo formales los fundamentos de dicha descomposición: diseño formal causal.
De forma similar al criterio de las 5W del periodismo, el proceso de resolución de problemas puede resolverse contestando a las preguntas esenciales Qué, Cómo, Con qué, Para qué, Cuándo, Dónde, etc. Las respuestas a estas preguntas son las decisiones de diseño que el ingeniero debe tomar para resolver un problema. Pero ¿cuál es el orden que se debe seguir a la hora de responder a esas preguntas? Para establecer un criterio de ordenación sobre esas preguntas, en primer lugar, habrá que determinar cuál es la naturaleza de las respuestas a cada una de esas preguntas:
- La respuesta a la pregunta Qué establece qué es lo que se pretende resolver, indica pues el modelo del problema. Por ejemplo, para el caso de un sistema de esclusas, la respuesta a la pregunta Qué puede ser “sistema de exclusión mutua” que establece el modelo en el que se enmarcará la solución.
- La respuesta a Para qué proporciona la funcionalidad que se espera del sistema (arquitectura), siguiendo con el mismo ejemplo, apertura y cierre de un conjunto de esclusas de modo que nunca haya flujo que atraviese la entrada y la salida a la vez.
- La respuesta a Cómo construir el sistema de esclusas establece los módulos o unidades funcionales de que dispondrá el sistema y cómo se organizan entre ellos (estructura), por ejemplo, sistema de apertura y cierre de esclusas y control de exclusión mutua son dos módulos que podrían formar parte de nuestro sistema de esclusas de forma que el primero se encargue de abrir y cerrar las esclusas individualmente y el segundo de indicar a cada esclusa cuando debe abrirse o cerrarse manteniendo la exclusión mutua entre ellas.
- La respuesta a la pregunta Con qué indica cuáles serán los componentes finales con que se construirán los módulos (tecnología), como pueden ser puertas de metal reforzado y motores.
- Finalmente, las respuestas al resto de preguntas (Cuándo, Dónde, Quién, etc.) establecen el contexto en el cuál se realizará el proceso de resolución del problema, por ejemplo, quién construirá la puerta, cuándo se anclará a la base, etc.
Por tanto, utilizando el criterio de clasificación alcance que tienen las decisiones de diseño, todas las decisiones que el ingeniero tiene que tomar para proporcionar solución a un encargo pueden clasificarse en tres bloques: el bloque de decisiones sobre el modelo que soporta a la solución (factores abstractos del diseño: modelo), el bloque de las decisiones sobre los factores que componen la solución (factores esenciales de la solución: arquitectura, estructura y tecnología), y el bloque de las decisiones sobre el contexto para producir la solución (factores circunstanciales de la realización: contexto).
El hecho de que los factores abstractos del diseño tengan alcance o efecto tanto sobre el modelo que enmarca al problema como sobre la solución que se diseña, confiere a esos factores potencia operativa de grado 2. Los factores esenciales de la solución, por su parte tienen potencia operativa de grado 1 ya que solamente repercuten en la solución. Los factores circunstanciales de la realización tienen potencia operativa de grado 0 dado que no son parte constituyente ni del modelo ni del ingenio finalmente diseñado. Tenemos, pues, que la potencia que tienen los factores de diseño establece un orden estricto entre las tres clases de decisiones que ha de tomar el ingeniero para diseñar soluciones a los problemas que afronta: las decisiones sobre el modelo son mayores que las decisiones sobre los componentes del ingenio, que son mayores que las decisiones sobre el contexto en el cual se materializa dicho ingenio.
Como el enunciado que encarga el cliente es el punto de partida para el ingeniero, las decisiones de diseño que tome serán coherentes causalmente si, partiendo del encargo, decide ordenadamente basándose en lo que conoce en cada momento del proceso de diseño: para el sistema de esclusas, primero hay que tomar las decisiones abstractas sobre el modelo (como el ingeniero sabe que el problema es similar al de una exclusión mutua, puede decidir que el modelo sea precisamente un sistema de exclusión mutua), seguidamente las decisiones esenciales que componen la solución bajo el modelo ya decidido (la arquitectura del sistema será garantizar que no haya flujo atravesando la entrada y la salida a la vez; la estructura del sistema puede consistir en sistema de control de apertura y cierre de puertas individuales y sistema de control global que garantice exclusión mutua; la tecnología serán los componentes individuales como pueden ser las puertas y motores), finalmente las contextuales sobre costes, plazos y demás.
Hasta aquí, nuestra metodología de diseño formal causal de inspiración divide et vinces, se ha concretado en un cauce secuencial de decisiones de diseño. Más aún, el hilo conductor de esa secuencia de toma de decisiones arranca, precisamente, en el bloque de las decisiones abstractas que caracterizan al modelo que va a dar cobertura a la solución. Luego este método no es sino el paradigma de diseño orientado a modelo (model driven design paradigm), justamente el más potente marco de diseño que se conoce.
He ahí la justificación de que nuestras soluciones son correctas, por causales, y potentes por estar inspiradas en modelos.